PAISAJES




Secretos para pintar paisajes hermosos: 

  • PERSPECTIVA

  • COMPOSICION

 La perspectiva

 

La realidad tiene tres dimensiones, alto, ancho y profundo, pero un cuadro sólo dos, lo alto y lo ancho. Este es el principal problema de todo pintor: ¿ cómo conseguir dar la ilusión de profundidad en un cuadro?. La respuesta es mediante el engaño a nuestro sentido de la vista. Nuestros ojos no son infalibles, más bien es fácil distraerlos y hacerles ver efectos engañosos.
La perspectiva o tridimensionalidad, que también tiene que ver con la corporeidad y la volumetría es por tanto un fraude a nuestros sentidos, es una apariencia falsa, pero nosotros caemos en la trampa y nuestra vista resulta burlada.
En la antigüedad y durante la Edad Media no se sabía representar la distancia ni la profundidad. Todo aparece en el mismo plano, los colores no están gradados, los contornos son claros y marcados y no hay fondo. Durante el gótico se elabora una jerarquización perspéctica o perspectiva teológica, los personajes son más grandes cuanta mayor significación poseen, caso de Jesucristo, la Virgen o algún santo.
Es en el Renacimiento cuando los pintores florentinos comienzan a investigar en serio la perspectiva como una ciencia, con sus leyes y sus principios matemáticos. Genios como Mantegna, Ghiberti, Massaccio y otros establecieron ciertos principios necesariamente observables para reproducir la distancia. Estos principios fueron posteriormente perfeccionados por Leonardo, Miguel Angel, Giorgione y Rafael.
Vamos al grano, ¿cuáles son los engaños necesarios para lograr la tridimensionalidad en un plano?. Ahí los tienes:
  1. Perspectiva lineal. El cuadro se estructura como si mirásemos una pirámide desde dentro de su base. Vemos así un punto de fuga imaginario al fondo sobre el que convergen una serie de líneas de fuga, a veces imaginarias y a veces reales (pavimentos, techos, personajes, etc.)
  2. Perspectiva menguante. A medida que aumenta la distancia, disminuye la nitidez, los contornos se van haciendo borrosos y desdibujados, al igual que ocurre en la realidad.
  3. Perspectiva de color. En este caso, cuanto más lejos aparece representado un objeto, más tenues son sus colores. Existe también en el mundo real un desvaimiento de los tonos al aumentar la lejanía. (Vemos las montañas azules desde lejos).


Los pintores crean el efecto de distancia de cinco maneras:
  1. Utilizan líneas que, si las prolongáramos, se reunirían todas en un punto final (perspectiva lineal).
  2. Dibujan los objetos del primer plano más grandes que los mismos objetos a la distancia (perspectiva en escala).
  3. Dibujan la gente o las cosas de modo que los que estén en el primer plano tapen parte de las cosas que se hallan detrás (perspectiva de contorno).
  4. Hacen que la textura de las cosas, como por ejemplo la del pasto, la piel o el suelo pedregoso, sea más nítida y perceptible en el primer plano, pero difusa a la distancia (perspectiva de textura).
  5. Utilizan colores más apagados y azulados para los objetos ubicados en la distancia (perspectiva aérea).
Algunos pintores usan sólo uno o dos de estos métodos; otros los utilizan todos a la vez y otros no usan ninguno.

La composición



¿Para qué usar reglas de composición al pintar paisajes?

En primer lugar diremos que aunque se les ha llamado reglas, son más bien unas recomendaciones que nos ayudan a encuadrar y organizar los diferentes elementos de los paisajes de manera que queden agradables a la vista, balanceados pero al mismo tiempo que permitan al observador guiar su mirada en un orden lógico y sin ignorar alguno de los detalles. Estos principios sirven para crear unidad y coherencia en los cuadros, logrando que el observador entienda naturalmente el propósito y punto principal de la obra.

Centro de interés o punto focal

Si a todos los objetos que componen nuestro cuadro le damos la misma importancia, nuestros paisajes se verían demasiado recargados y confusos. Hay que elegir un área determinada o elemento de la pintura que dominará al resto capturando la atención del espectador, y podrán haber por ejemplo otros dos elementos secundarios que apoyen al primero.

Reglas de composición

  • Regla de los tercios

Consiste en dividir la escena en tres filas de iguales proporciones y tres columnas también iguales, trazando las líneas que las separan. 
Así se forman cuatro puntos de intersección en donde situaremos nuestro centro focal, logrando una pintura más interesante que si lo establecemos en medio de la pintura.
 Mientras tanto el segundo objeto de interés si lo hay se ubica en el punto opuesto diagonalmente. Estos puntos nos marcan zonas, es decir que los objetos no tienen que estar exactamente encima de ellos sino alrededor de ellos.
El horizonte del cuadro se situará en la línea superior o en la línea inferior, pero no atravesando el lienzo exactamente por la mitad, ya que crea una escena aburrida.
Una tarde de Verano Ascher B Durand Regla de los tercios
Regla de los tercios: El árbol principal atraviesa dos de los puntos de intersección . Las vacas también están situadas cerca del cruce de las líneas y el horizonte se sitúa casi a nivel de la línea inferior


regla de los tercios Thomas cole paisaje
Regla de los tercios en “Home in the Woods” de Thomas Cole. La casita de madera es el punto focal de la composición y se ubica exactamente en una de las intersecciones

Ayudarse a componer paisajes con la tecnología

Actualmente algunas cámaras fotográficas y de celulares ofrecen la posibilidad de visualizar la cuadrícula de la regla de los tercios, brindándonos una mayor facilidad de tomar interesantes imágenes para pintar paisajes. De igual forma, algunos programas gráficos como photoshop también permiten recortar una imagen aplicando la regla de los tercios entre otras.

Hay muchas más recomendaciones, principios y reglas de composición que nos ayudarán a pintar hermosos paisajes, esperamos poderlas explicar en futuros artículos. Al ir avanzando en este arte, podremos aventurarnos en algo más complejo y podremos romper estas reglas sin remordimientos, según lo que deseemos expresar o utilizando otras técnicas como iluminación, contrastes, perspectiva, valores tonales, etc., que nos ayuden a darle un punto focal a nuestra obra.